Belleza vs eficiencia

A menudo cuando salgo a la calle me encuentro con gente que; independientemente del tiempo que lleven en la práctica (los hay que llevan ocho meses, los hay que llevan 7 años) enfocan mal su entrenamiento de Parkour  confiriéndole a la belleza mayor importancia de la que realmente tiene. Estas personas basan su entrenamiento única y exclusivamente en la búsqueda de un movimiento estético  cuando bien sabido es por todos que en nuestra disciplina, al contrario que en el Free Running o el ADD, prima la eficiencia por encima de belleza alguna.

La realidad es que un movimiento entrenado y naturalizado debidamente,  es bello por sí sólo. El problema viene cuando se entrena únicamente un movimiento en concreto para que sea bello y se hace  uso indebido de él. Cuando se consigue ese movimiento bello a la fuerza, se comienza a abusar de él planteando situaciones en las que ese y sólo ese movimiento sea el que tiene cabida, además de utilizarlo en situaciones en las que otro movimiento,  o manera de adaptarse  cumpliría un cometido mejor.  Como bien dijo David Belle: “No hay que buscar un movimiento que sea bueno, hay que lograr poco a poco un movimiento bien hecho”.

Esta máxima hace que me plantee una pregunta: ¿Qué es un movimiento bien hecho?

Un movimiento bien hecho es aquel que en la situación en la que se ejecute,  resulte el más eficiente y el más seguro para hacer frente al obstáculo en cuestión, pero no tiene porque ser  el más bonito. La belleza viene sola, es una consecuencia del entrenamiento,  y no una causa como es común creer hoy en día. Para reafirmar esta tesis voy a apoyarme en las palabras de un diccionario elaborado por el seleccionador nacional de Judo Jaume A. Mirallas Sariola en el que eficiencia tiene el significado de economía del esfuerzo, es decir, conseguir el resultado que se quiere con el mínimo gasto energético  posible; como nuestra disciplina se basa en la eficiencia,  podemos  asegurar que a esto se refería Belle con “lograr un movimiento bien hecho”. Según la RAE, bello es aquello que, por la perfección de su forma complace a la vista o al oído, y por extensión, al espíritu.

Tras estas dos definiciones, podemos sacar en claro que un movimiento exclusivamente bello no es eficiente, pero un movimiento eficiente sí que es bello, además de útil  si se le ha sacado todo el partido que se le debe y se ha trabajado en naturalizarlo para poder realizarlo con el mínimo esfuerzo.

Con toda esta argumentación no me opongo, ni tan siquiera pretendo, demonizar aquel movimiento que no es útil, ni eficiente, pero sí que es  estético, bello o como quiera llamársele. Simplemente;  ese tipo de movimientos, gestos, maneras de desplazarse, recursos y un largo etcétera, son propios de una disciplina que no es la que desde este tipo de plataformas queremos difundir;  aún así, su movimiento, práctica, progresiones…  que la consecución de tales movimientos requieren son dignos de admirar aunque no sean Parkour, de la misma manera que los son las habilidades de un gimnasta olímpico aunque no sea Parkour lo que esté haciendo, ni sea la eficiencia su objetivo.

Artículo redactado por Joseba Torroneras.