La esencia del Parkour

¿Qué es esencialmente el Parkour?

¿Cómo difundir de forma responsable nuestra práctica si la discusión sobre qué es y qué no es parkour es un hecho normalizado entre los practicantes? Si la visión del Parkour ofrecida por los medios suele ser errónea es, en gran medida, porque su concepto es confuso entre los propios practicantes. 

Cuando uno entrena Parkour y decide implicarse de una forma responsable con su difusión, tiene el deber de conocer con claridad qué es lo que práctica, qué trata de difundir.  

Para difundir algo con justícia, primero debes conocerlo; si difundes algo que desconoces estás difundiendo error y desconocimiento.

¿Y tú, te has parado a pensar qué es lo practicas, sabes acaso qué carajo difundes? Es posible que no veas necesario realizarte este tipo de preguntas, que puedas entrenar sin saber qué es lo que practicas. Por suerte, es inevitable. Por muy perezosos que seamos, nuestra práctica es vistosa y uno siempre corre el peligro de encontrarse con algún interlocutor curioso que le pregunte y le haga darse cuenta de que no conoce tanto como creía lo que practica, que es el Parkour.

¿Es realmente el parkour una forma eficiente de desplazarse?

En efecto, hay peligros que salvan, a uno se le puede acercar alguien curioso un día de entrenamiento cualquiera y preguntarle qué es lo que está haciendo. Lo más probable es que; como un contestador automático motivado, rápidamente, uno conteste que lo que hace se llama parkour y que consiste en desplazarse de un punto A a un punto B de la forma más eficiente posible.

Aunque lastimosamente, la mayoría de veces, la difusión acaba con esa escueta afirmación acompañada de  silencio y algo de indiferencia,  a veces se da que el que pregunta es muy curioso y esa respuesta le resulta poco clarificadora. Este sujeto tan vivo, puede ir un poco más allá y con razón  preguntar: ¿Entonces, qué demonios están haciendo esos chicos y chicas que dicen hacer parkour desde hace unas semanas, esos chicos y chicas con poca experiencia que aún están muy lejos de realizar algo parecido a un desplazamiento eficiente?

Si el difusor está mínimamente comprometido con una correcta difusión del parkour, no podrá de ningún modo evitar sentir inquietud. Se percatará de que hay algo que le impide a uno quedar satisfecho con esa respuesta con forma de eslogan tan extendida. Esa misma que ofrecemos constantemente a los medios de difusión. Esta respuesta, que todo practicante tiene grabada a fuego en la memoria, da entender que el parkour es una forma de desplazarse, en concreto, una forma que se caracteriza por ser eficiente.

Entonces, se preguntará a sí mismo: ¿Es esto así? ¿Realmente la práctica del traceur se caracteriza esencialmente por ser una forma de desplazamiento eficiente? Desde luego, hay algo de estridente en esta afirmación. El sentido común nos empuja a afirmar, sin duda alguna, que aunque esos chicos y chicas que acaban de comenzar y que entrenan para mejorar su destreza y volverse más fuertes y útiles hacen Parkour aunque aún se encuentren a años luz de realizar algo parecido a un desplazamiento eficiente. Se pueden desplazar de una forma torpe, lenta y derrochadora por inexperiencia; sin embargo, no podemos negar que están haciendo parkour.

Y esto es por una razón tan obvia que suele olvidarse:

Y entrenar algo no es otra cosa que prepararse para un escenario determinado realizando acciones similares a las que deberás realizar en dicho escenario y bajo condiciones parecidas a las que éste te expondrá.

¿Qué diferencia al Parkour del resto de formas de entrenamiento que tienen como fin desplazarse de una forma eficiente?

Con todo; ese curioso tábano podría no mostrarse  aún del todo satisfecho e incomodarnos con alguna pregunta más. Podría preguntarnos: ¿Entonces Ussain Bolt es un practicante del Parkour? ¿No entrena él para desplazarse de un punto A a un punto B de la forma más eficiente posible?

En efecto, si consideramos que el Parkour es un método de entrenamiento que tiene como objetivo desplazarse de una forma eficiente se podría decir que Bolt hace Parkour, y no sólo él, sino que también los vallistas, los maratonianos, los crossfitters y todos aquellos que se preparan para cualquier práctica deportiva que implique desplazarse. Pero por muy rápidos y eficientes que sean en sus escenarios estos atletas; el sentido común vuelve a salir al paso, haciendo que nos resulte imposible afirmar que está colección de atletas hagan Parkour.

De nuevo, si uno quiere ser un practicante que difunde de forma seria esta disciplina, debe indagar más profundo y preguntarse: ¿Qué es lo que diferencia al Parkour del resto de disciplinas que preparan al hombre y a la mujer para desplazarse de una forma eficiente?

Lo que hace del Parkour una disciplina distinta a cualquier práctica deportiva no es otra cosa que el escenario para el que el practicante del Parkour se prepara. Un vallista, un sprínter, un crossfitter, todos ellos se preparan para desplazarse de una forma eficiente en un escenario deportivo, el traceur no.

Pero: ¿Para qué escenario se prepara un traceur con la práctica del Parkour?

Tan sencillo, tan obvio, que suele olvidarse. El escenario para el que te prepara el Parkour es uno bien distinto, tan amplio como difuso: el mundo real.

En efecto, el traceur no entrena para volverse eficiente en un escenario concreto y reglado como es una competición deportiva, el traceur se prepara para desplazarse de una forma eficiente en un escenario que ofrece estímulos tan variables que se vuelve casi impredecible, un escenario real.

Especialización ≠ Adaptación: El traceur no es un atleta

Los atletas nombrados desarrollan la capacidad de desplazarse de una forma eficiente en un contexto muy limitado, se especializan. Al hacer Parkour, el practicante entrena para ser capaz de desplazarse de forma eficiente en un espectro muy amplio de circunstancias y condiciones, se adapta. Volverse eficiente en una tarea en un determinado contexto requiere especialización en ella, volverse eficiente en un conjunto variable de escenarios requiere adaptación.

El rasgo que diferencia al traceur de un deportista tan completo como un decathleta es precisamente que debe desarrollar su capacidad de adaptación para responder con solvencia a la dosis de variabilidad impredecible que caracteriza a un escenario real. Resulta de este hecho que el traceur no puede ser considerado un atleta porque su fin en la práctica es intrínsecamente  contrario al de  un atleta.

Por ello, para difundir de una forma veraz el Parkour no  se puede pasar por alto esta distinción esencial:

El atleta entrena para desarrollar habilidades concretas útiles en un determinado escenario, el traceur entrena para desarrollar la habilidad de adaptarse a escenarios imprevisibles.

Sin duda, si nuestro curioso interlocutor nos preguntara cuál es el atributo más importante para un traceur, uno debería responder con seguridad y fuego en el pecho: La capacidad de adaptación.

Prueba de ello es la amplitud del espectro de patrones de movimiento que suele realizar un traceur en su práctica. Correr en todo tipo de superficies con todo tipo de adherencia, dimensiones y ángulo; saltar en carrera, parado, apoyando las manos en el obstáculo, desde y hacia infinitos tipos de superficies, en todas las direcciones; trepar de cientos de formas; rotar; y la lista puede prolongarse hasta el infinito. Así demuestra lo imprevisible que es el entorno real al practicante.

¿Difundir o ser difundidos? Esa es la cuestión

Debemos ser conscientes de que en los medios de comunicación masivos no hay preguntas sin responder y que la verdad no suele ser  de los principios de difusión predominantes en este tipo de medios. Por ello,  si los practicantes no se encargan de responder a  la pregunta ¿Qué es el Parkour? se encargarán de hacerlo los medios y ellos no garantizan un conocimiento veraz de la práctica.

Pero no podemos difundir de forma coherente nuestra práctica si no nos ponemos de acuerdo en algunos principios básicos. Está claro. Si queremos garantizar una difusión que asegure el respeto social e institucional hacia el Parkour, es necesario un cierto grado de consenso entre los practicantes.

Muchas de las discusiones acerca de qué se puede considerar Parkour y qué no, se pueden solucionar fácilmente si se realizan las  dos distinciones que hemos abordado en este artículo:

Pensar antes de responder es volverse a preguntar

Pese a lo convincente de los argumentos, el trabajo de  indagar sobre qué es el Parkour, pertenece a todos y cada uno de los practicantes. Para conocer de forma profunda qué es, su esencia no basta con argumentos ofrecidos por otros; uno mismo debe preguntarse con seriedad qué es lo que hace cuando hace Parkour.

¿Lo ves claro? ¿No crees que el Parkour es una forma de entrenamiento que tiene como fin desarrollar la capacidad de adaptación del practicante para desplazarse de forma eficiente en el infinito espectro de situaciones a las que expone un escenario real?

¿Piensas como yo que no somos atletas, que no somos deportistas, porque el traceur entrena para ser eficiente en el mayor número posible de escenarios para responder al  impredecible mundo real?

¿Aceptas conmigo que el traceur no entrena para especializarse en ningún escenario concreto sino para saber responder a todos; y que su capacidad es la adaptación,  no la especialización?

Pienses lo que pienses, estoy seguro que quieres que respeten tu práctica y a tu comunidad. Entonces: ¿Vas a dejar que difundan otros  aquello que amas, o vas a asumir la responsabilidad de difundir tu práctica de una forma seria? ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Vas a esperar a que algún curioso se acerque a preguntarte qué es lo que haces o vas a convertirte en ese tábano cojonero que no cesa sus preguntas hasta hallar respuestas claras y acordes a la realidad?

Recuerda. Para difundir bien, hay que conocer lo difundido y no puedes conocerlo sin preguntártelo.

Karim Seltani Izquierdo